Tenía pensada una introducción maravillosa haciendo una analogía entre el blanco de las flores de almendro y la blanca Navidad -estamos en plena temporada de almendros en Madrid y es el anticipo de la primavera-. El color vuelve a la ciudad después de este invierno frío, bueno, fresquillo. Huelga decir que la nieve ni se ha visto ni se la espera, otro año será.
También tenía pensado relacionar los frutos del almendro con la Navidad porque raro es el dulce navideño español que no tiene almendra: turrones, mazapanes, polvorones, almendras rellenas, garrapiñadas, peladillas (almendras bañadas en azúcar). Es mi recurso estrella para hablar de Navidad en febrero todos los años.
Así que he dicho, ¡voy a sabotearme yo mismo la introducción poniendo la foto de un ciruelo! 😀
Ni siquiera tiene flores blancas, ¡son rosas! Más parecidos a los cerezos (los famosos sakura japoneses), aunque para esos todavía hay que esperar.
Queda todo en familia, sin embargo: almendros, ciruelos y cerezos son todos del género Prunus. Lo habrá comentado alguna vez ya, me parece muy curioso porque una ciruela y una cereza tienen bastante parecido, pero una almendra y una ciruela se parecen lo que un Santa Claus a un Rey Mago.
Y así, entre los colores del ciruelo, llevamos dos meses de la espera navideña. Cada temporada y cada lugar nos ofrece algo distinto para disfrutar, hay que saborearlo bien para que así la Navidad sea como la guinda de la tarta. Hablando de guindas, esas también son del género Prunus, ¡está todo conectado! 😉
¡Feliz 24!
Foto: Propia de un ciruelo (Prunus pissardii) en un parque de Madrid hace unos días
La espera empieza a teñirse de color. Eso sí de vez en cuando un trocito e turrón o de mazapán. No vayamos a perder las buenas costumbres
I cada, 24 navidad digital y un villancico. Genial feliz 24
Así es, Francesc, hoy como cada 24 toca disfrutar el día con música navideña, ¡qué buena forma de comenzar el día!
¡Feliz 24! Hoy celebramos de nuevo haber cubierto otro trayecto del camino navideño, en este caso con la ya visible casi despedida del tramo final del invierno y la llegada del color a campos y entornos como bien comenta Alberto. Es la vida, que a cada paso y en cada rincón, nos recuerda las maravillas que podemos disfrutar en cada momento. Así que, sin prisa alguna, aprovechemos el camino sin que el deseo de la llegada de la Navidad nos desborde, que esto es como un dulce (navideño), que hay que saber saborear, sentir, y disfrutar. Pronto celebraremos el «quedan 300 días», que como bien recuerda siempre Francesc, son en realidad 200, porque el tramo de los últimos 100, ya es celebración pre navideña.
¡Mantengamos encendida la ilusión de la Navidad!
Feliz 24!!! 😀 A ver si antes del próximo 24 podemos ver algo de nieve, y sino habrá que disfrutar también de la primavera casi permanente que tenemos, qué se le va a hacer…
¡Superamos la primera «marca» importante del recorrido navideño: faltan menos de 300 días -hoy faltan 297 ;-)-, que como bien se ha comentado en otras ocasiones, son solo menos de 200 porque los últimos 100, ya son casi Navidad… ¡Disfrutemos este precioso camino!
¡Mantengamos encendida la ilusión de la Navidad!