
Gracias a febrero, este tercer 24 del año ha llegado antes que de costumbre y, con él, damos por superado el primer trimestre de la espera navideña (¡bieeeen!).
Por si fuera poco, el domingo se adelanta la hora, ¡una hora menos para Navidad! (¡bieeen!). Una ilusión óptica porque en octubre la atrasan y se queda como estaba (¡ooooh!), ¡qué necesidad de andar confundiendo al reloj biológico todos los años por partida doble!
Sigue leyendo